viernes, 8 de enero de 2010

DESARME

Desarme

La Organización de las Naciones Unidas nació de la firme voluntad común de los Estados por preservar la paz y la seguridad internacionales; consecuencia directa de esta vocación es la preocupación permanente de la Organización por las cuestiones de desarme y la limitación armamentística en el ámbito multilateral.

En este terreno, la ONU ha hecho especial hincapié en reducir, para posteriormente tratar de erradicar, la principal amenaza que azota a nuestro planeta, las denominadas armas de destrucción masiva o más popularmente conocidas como armas nucleares, químicas y biológicas. Pero existen también otras amenazas, en apariencia menos dañinas por su menor escala, si bien su proliferación y eminente irresponsabilidad en su uso, hacen de las mismas poderosos artefactos de desestabilización y de flagelo humano; nos referimos, a las armas convencionales, al armamento pequeño y ligero y a las devastadoras minas antipersonal.

El fin de la guerra fría marcó un punto de inflexión en la consideración del grado de peligrosidad de las armas nucleares para la humanidad; en este sentido, un detenido análisis de la historia reciente ha probado que, debido a su dimensión de armas de total destrucción, son bastante más disuasorias que el armamento convencional. Este innegable hecho ha provocado un cambio de estrategia por parte de Naciones Unidas para adaptarse a las nuevas circunstancias y a la nueva concepción de los conflictos armados, siendo hoy en día más frecuentes los de carácter interno que las controversias multilaterales. Ello ha hecho replantearse a la Organización su política de desarme, y por ende, el esquema de deliberación en sus foros internacionales, dando en la actualidad una enorme prioridad a la no proliferación del armamento convencional, sin duda el más comunmente utilizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario