miércoles, 13 de enero de 2010

EDUCACION SEXUAL

"La responsabilidad con la cual los miembros de una sociedad vivan su sexualidad será directamente proporcional a la responsabilidad con la cual la sociedad adulta se haga cargo de una buena educación sexual para la niñez y la adolescencia"

RESUMEN

La sociedad adulta espera y exige a sus jóvenes y adolescentes que sean responsables con su vida sexual coital, sin embargo se comportan irresponsablemente en la manera como asumen la educación sexual. Los adultos suponen que con "la pedagogía del NO" y el "terrorismo sexual" sería suficiente para lograr una sexualidad responsable. La prohibición ha sido insuficiente para ejercer control sobre la conducta sexual de los jóvenes y mucho menos para formarla. La familia y la escuela no forman intencional y sistemáticamente la sexualidad. La mayor parte de los adultos dicen a sus hijos que tengan cuidad pero o enseñan como tenerlo. La escuela y la familia aún sigue formando la sexualidad con un esquema supresivo y preventivo: "mira todo lo malo que puede ocurrir si tienes sexocoital". En este trabajo se analiza las agendas sexosóficas de las políticas de educación sexual basadas "solo" en abstinencia y postergación. Se analiza con datos estadísticos de los países desarrollados la ineficacia de estas políticas. Se propone la formación en autonomía. Se cuestiona el papel irresponsable de la familia y la escuela. La misión de la familia, la escuela, el estado y la sociedad sería brindar todos los repertorios en conocimientos, valores, actitudes y habilidades para que en forma autónoma puedan iniciar responsable y constructivamente su vida coital, en el momento que cada cual lo considere, antes o después del matrimonio. Mientras se siga evitando hacer una educación sexual abierta, basada en la verdad, centrada en la promoción de valores y actitudes para una sexualidad responsable, realizante y constructiva, no se podrá esperar que las futuras generaciones tengan una salud superior a la que han tenido las generaciones anteriores.

Palabras claves: sexualidad adolescente, educación sexual, salud sexual adolescente, sexualidad responsable, educación sexual familiar.

Una de las mayores preocupaciones que tienen los adultos respecto a la juventud se relaciona con la forma como están viviendo su sexualidad y los efectos de esta sobre su salud sexual. La familia, la escuela, el estado y la sociedad en general esperan que los jóvenes sean "responsables" con su sexualidad. No sólo lo esperan, también lo exigen. Sin embargo es evidente la "irresponsabilidad" con la cual los adultos asumen sus funciones en la educación sexual. Paradójicamente la sociedad adulta pretende, a partir de "una educación sexual irresponsable", que la juventud y la adolescencia "vivan responsablemente la sexualidad". Es fácil para los adultos señalar la irresponsabilidad de la juventud en su sexualidad, pero muy difícil para ellos señalar y asumir la propia irresponsabilidad respecto a la educación sexual.

Las estadísticas relacionadas con la sexualidad de los adolescentes de ayer, es decir la de los adultos de hoy, son muy parecidas a la de los adolescentes de hoy. En los talleres realizados con adultos sobre sexualidad y educación sexual hemos detectado que entre un 50% y 80% de la población participante habían tenido relaciones coitales antes del matrimonio, una gran mayoría de ellos, al igual que los adolescentes de hoy, no habían usado algún método para protegerse de un embarazo en sus primeras relaciones coitales y una proporción similar a la de los jóvenes de hoy también abortó. Igualmente, los padres de estos adultos, en su momento, no se enteraron de las relaciones sexuales, tal como también está sucediendo con una buena proporción de los adolescentes y jóvenes de hoy. Esto indica que la historia de "la sexualidad irresponsable" producto de "una educación sexual irresponsable" continua repitiéndose.

Para los adultos es difícil asumir la sexualidad coital y no coital en la edad adolescente, algunos preferirían que no tuviesen experiencias y relaciones sexuales, otros suponen que NO las tienen, aunque sospechan que SI, prefieren no saber sobre eso y se hacen los locos; otros adultos pretenden que la juventud lleve, si así lo deciden, una vida sexual, pero responsable. Podríamos afirmar que la ideología adulta tradicional y todavía imperante en nuestra sociedad es educar a la juventud para que no tenga relaciones sexuales antes del matrimonio.

La mayor parte de las familias y las escuelas educan basadas en el "terrorismo sexual" y en la "pedagogía del NO", los métodostípicos en la educación sexual tradicional han sido señalar "todos los males" y "peligros" que pueden ocurrir si se tiene relaciones sexuales coitales. La juventud es objeto muchas veces de frases intimidatorias: "cuidado te me embarazas", "no la vayas a embarrar", "cómo me traigas un embarazo te mato", "mira lo que haces", etc. La pedagogía del NO y el terrorismo sexual han sido el fundamento de una educación sexual centrada en la postergación y la abstinencia sexual alimentada, por supuesto, de una concepción negativa, represiva, maniquea y condenatoria de la sexualidad.


CLASE SOBRE SEXUALIDAD

"¿Qué habéis hecho hoy en la escuela?", le preguntó un padre a su hijo adolescente.

"Hemos tenido clases sobre el sexo", le respondió el muchacho.

"¿Clases sobre el sexo? ¿Y qué os han dicho?"

"Bueno, primero vino un cura y nos dijo por qué no debíamos. Luego, un médico nos dijo cómo no debíamos. Por último, el director nos hablo de dónde no debíamos".

En "La Oración de la Rana", por Anthony DE MELLO, Tomo 2. Editorial: Sal Terrae, Bilbao. 1988

La represión y las prohibiciones como métodos de educación sexual han demostrado históricamente su ineficiencia, definitivamente no funcionan. Educar con estos métodos contribuye a la estructuración de una sexualidad irresponsable, poco saludable y negativa. Una gran parte de "las prohibiciones" hechas por los adultos a los y las adolescentes no funcionan y por el contrario generan control externo y conciencia externa. La represión y la prohibición sexual sólo producen una concepción negativa de la sexualidad, contribuye a que esta sea vivida con doble moral y no habilita para construir vida sexual responsable.

Independientemente de las prohibiciones, una proporción de la población juvenil decide iniciar su vida sexual coital. Los datos revelados en las diferentes investigacionesmuestran que los y las adolescentes tienen actividad sexual, coital y no coital, orgásmica y no orgásmica. Una buena proporción de los y las adolescentes ha decidido iniciar su vida sexual coital a pesar de la educación sexual represiva y prohibitiva recibida en la familia y el sistema escolar.

En nuestros estudios se observa una incidencia de sexo coital alrededor del 43% en estudiantes de último grado de secundaria y del 50% en estudiantes de primer semestre en diferentes universidades de la costa Atlántica colombiana. El problema fundamental es la forma irresponsable y poco segura como se inicia la vida coital. Cómo se analizará posteriormente el inicio coital a edades mayores o dentro del matrimonio no garantiza una sexualidad responsable, mucho menos si la familia y la escuela son irresponsables en la función de dar una educación sexual intencional, abierta, directa y sistemática.

Les guste o no a los adultos, un porcentaje de adolescentes inician su vida sexual coital. La familia, la escuela y la sociedad no están formando a la adolescencia para iniciar su vida sexual coital en forma responsable, constructiva, realizante y autónoma, independientemente de la edad de inicio coital y de si esta se hace prematrimonial o matrimonialmente. Se supone erróneamente que promover la postergación y la abstinencia coital en la juventud produce responsabilidad en el comportamiento sexual. Por el contrario, una formación en autonomía y responsabilidad podría generar, entre otras alternativas, la decisión de postergar o abstenerse pero no por represión, si no por opción, por la conciencia de que aún no se está list@, de que no se desea o aún no es el momento. La postergación y la abstinencia por si solas no generan los repertorios actitudinales, axiológicos y conductuales para asumir responsable y constructivamente la sexualidad coital, mucho menos si está apoyada en una visión represiva y negativa de la sexualidad.

La familia y la escuela como instituciones sociales ejercen irresponsablemente su función formadora, le exigen a los y las adolescentes que sean responsables, que no se embaracen, que no tengan VIH SIDA pero sin hacer lo suficiente para habilitarles en los repertorios que se requieren para vivir responsablemente la sexualidad (insisto: a cualquier edad, prematrimonial o matrimonialmente).

El hecho es que la familia y la escuela exigen pero no dan, hacen muy poco para que las expectativas que tienen respecto a la vida sexual de los y las adolescentes sean como las desean. Se recoge lo que se siembra, ¿si no se cultiva bien como esperar una buena cosecha?

El 100% de los adultos no les gustaría que sus hijos adolescentes tuvieran un embarazo temprano y que tuvieran VIH SIDA o una infección de transmisión sexual, etc. Sin embargo es interesante analizar las actitudes que asumen y las estrategias ineficaces que usan para evitar que se embaracen y prevenirles del VIH SIDA.

Una parte de los adultos reconoce con sinceridad que no ha hecho realmente nada que sea efectivo para que sus hijos puedan vivir responsablemente su sexualidad. Otra gran parte ha hecho cosas como las siguientes que por supuesto son inefectivas:

•"Les digo que se cuiden"
•"Lee he dicho, cuidado con un SIDA ah!, usa condón"
•"Les he hablado, le he dicho sobre los peligros de un embarazo"
•"Yo les he advertido y les muestro lo que ha pasado a otros en la familia"
•"Le hablo, les digo que se cuiden"
•"Les digo que tienen que ver bien que es lo que hacen"
•"Les hablo del amor…
•"Les hablo...
•"Les digo que deben ser responsables…"
La mayor parte de los adultos dicen que se cuiden pero muy pocos enseñan realmente como hacerlo y como protegerse de los riesgos naturales de la vida coital: embarazo inoportuno, ITS y VIH y conflictos emocionales. Por ejemplo, sugieren a los jóvenes que usen el condón, pero en el 90% de los casos NO enseñan como hacerlo, algunos padres y algunas madres dicen, "ah No!, eso si que lo aprenda él", (generalmente se refieren a ellos, no a ellas). Los padres y las madres esperan que sus hijos varones se protejan, pero no les enseñan como proteger se usando el condón. Como de las hijas no esperan que tengan sexo, por tanto ni siquiera les dicen que se cuiden usando un condón. En ambos casos es una respuesta irresponsable y sexista. El 79.6% de padres y madres participantes de tallere e ecuación sexual "poco" o "nada" han explicado sobre cómo usar el condón y el 79.8% nunca ha mostrado un condón a su hij@.

Ante el temor de un embarazo temprano padres, madres y docentes tienden a responder con actitudes terroristas e intimidantes que no son efectivas para prevenir los embarazos en la adolescencia. El 56.4% de los adultos que han participado en talleres de educación sexual en nuestro centro han explicado "poco o nada" a sus hijos como evitar un embarazo y el 66.5% han explicado "poco o nada" sobre cómo usar métodos anticonceptivos. La mayor parte de los adultos aspiran a que sus hijos e hijas no se embaracen, incluso sin enseñarles como tener sexo y regular su fecundidad.

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